Durante cientos de años, se sostuvo la creencia de que era imposible para un ser humano correr una milla de distancia en un tiempo menor a los cuatro minutos. Esto se comprobó cientos de veces en todas las competencias deportivas en la historia de la humanidad.
Un joven Atleta, de origen Británico, estudiante de Medicina en la Universidad de Oxford, llamado Roger Bannister, El 6 de mayo de 1954 batió por primera vez este récord mundial de la milla, con un registro de 3.59.4 minutos verificando que Sí se puede!
Este joven atleta se preparó físicamente como cualquier otro atleta comprometido con su objetivo, pero no solo su preparación fue en lo físico, sino también durante sus entrenamientos se visualizó permanentemente y con tanta intensidad emocional que rompía este record, que entrenó su mente a la par que entrenaba su cuerpo para conseguirlo! Su nivel de entrenamiento mental fue tal, que sus visualizaciones se convirtieron en referencias vívidas y en órdenes incuestionables para que su sistema nervioso y su cuerpo produjera el resultado deseado!
El Atleta Roger Bannister, un año después se retiró de la práctica deportiva, para dedicarse a ejercer su carrera, la medicina.
Pero lo más importante de su hazaña, no fue el haber roto la marca mundial y romper la barrera de recorrer una milla en menos de un minuto pese a que nadie lo había logrado antes que él en toda la historia de la humanidad! Lo más relevante de esta historia real, es que Roger Bannister, había creado una referencia en la mente humana de que SÍ se podía lograr bajar esa marca, y solo dos meses después, el corredor australiano John Landy le arrebató su marca, con un tiempo de 3.58 minutos, siendo el de Bannister, uno de los records mundiales más efímeros en toda la historia. Pero aquí no termina esta historia; un año después de que Roger Bannister rompiera la barrera de la milla en menos de cuatro minutos, otros 37 corredores ya lo habían logrado, y otro año más tarde, ya eran más de 300 corredores en todo el mundo que habían conseguido aquello que antes era “imposible” para toda la raza humana!
…¿Cuál es tu desafío en el día de hoy? ¿Qué referencias necesitas para conseguirlo? ¿Estás dispuesto a entrenarte física y mentalmente para lograrlo?
jueves, 20 de junio de 2013
lunes, 10 de junio de 2013
importancia de la vida
Un día, un profesor de filosofía empezó su clase tomando un frasco grande y vacío de mayonesa que llenó con pelotas de golf. A continuación, les preguntó a sus estudiantes que si el frasco estaba lleno. Y los estudiantes respondieron que sí.
Pero el profesor tomó una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Haciendo unos pequeños movimientos, Las canicas llenaron los espacios vacíos que había entre las pelotas de golf. Entonces, el profesor volvió a preguntar a los estudiantes que si el frasco estaba lleno, y ellos volvieron a decir que sí.
Pero el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco. Sacudió un poco el frasco, y obviamente, la arena ocupó todos los espacios vacíos, así que el profesor volvió a preguntar que si el frasco estaba lleno. En esta ocasión, los estudiantes respondieron con un sí unánime.
Pero el profesor agregó dos tazas de café al contenido del frasco y, efectivamente, aún había sitio para esa cantidad de líquido. Los estudiantes estallaron en carcajadas al comprobar la agudeza del profesor. Cuando la risa se apagaba, el profesor les dijo:
–Quiero que se den cuenta de que este frasco representa la vida.
Las pelotas de golf son las cosas importantes en la vida como la familia, los hijos, la salud, los amigos, todo lo que les apasione de verdad. Son cosas que llenarían por completo su vida aunque perdieran todo lo demás.
Las canicas son las otras cosas importantes, como el trabajo, la casa, el abrigo, entre otras.
La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas.
Si ponen la arena en el frasco primero, ya no habrá espacio para las canicas, ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida. Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes en la vida.
Así pues, presten atención a las cosas que son cruciales para su felicidad. Jueguen con sus hijos, tómese tiempo para asistir al médico, vayan con su pareja a cenar, practiquen su deporte o afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua. Ocúpense de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan. El resto es sólo arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó que qué representaba el café? El profesor sonrió y dijo:
– ¡Me alegro de que me haga esa pregunta! –Exclamó el profesor–. El café sirve para demostrar que no importa cuán ocupada pueda parecer su vida, siempre habrá sitio para compartir un par de tazas de café con un amigo.
Pero el profesor tomó una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Haciendo unos pequeños movimientos, Las canicas llenaron los espacios vacíos que había entre las pelotas de golf. Entonces, el profesor volvió a preguntar a los estudiantes que si el frasco estaba lleno, y ellos volvieron a decir que sí.
Pero el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco. Sacudió un poco el frasco, y obviamente, la arena ocupó todos los espacios vacíos, así que el profesor volvió a preguntar que si el frasco estaba lleno. En esta ocasión, los estudiantes respondieron con un sí unánime.
Pero el profesor agregó dos tazas de café al contenido del frasco y, efectivamente, aún había sitio para esa cantidad de líquido. Los estudiantes estallaron en carcajadas al comprobar la agudeza del profesor. Cuando la risa se apagaba, el profesor les dijo:
–Quiero que se den cuenta de que este frasco representa la vida.
Las pelotas de golf son las cosas importantes en la vida como la familia, los hijos, la salud, los amigos, todo lo que les apasione de verdad. Son cosas que llenarían por completo su vida aunque perdieran todo lo demás.
Las canicas son las otras cosas importantes, como el trabajo, la casa, el abrigo, entre otras.
La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas.
Si ponen la arena en el frasco primero, ya no habrá espacio para las canicas, ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida. Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes en la vida.
Así pues, presten atención a las cosas que son cruciales para su felicidad. Jueguen con sus hijos, tómese tiempo para asistir al médico, vayan con su pareja a cenar, practiquen su deporte o afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua. Ocúpense de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan. El resto es sólo arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó que qué representaba el café? El profesor sonrió y dijo:
– ¡Me alegro de que me haga esa pregunta! –Exclamó el profesor–. El café sirve para demostrar que no importa cuán ocupada pueda parecer su vida, siempre habrá sitio para compartir un par de tazas de café con un amigo.
martes, 4 de junio de 2013
ANCIANO
Un anciano que pasaba los días sentado en un banco de la plaza que estaba a la entrada del pueblo, era muy querido por sus vecinos y siempre contestaba con mucha sabiduría a cualquier pregunta que le hicieran.
Un día, un joven se le acercó y le preguntó:
–Hola, señor, acabo de llegar a este pueblo, ¿Me puede decir, cómo es la gente de este lugar?
–Hola hijo, ¿De dónde vienes? Preguntó el anciano.
–De un pueblo muy lejano.
–Dime, ¿Como es la gente allí?
–Son egoístas, envidiosos, malvados, estafadores… por eso me fui de aquel lugar en busca de mejores vecinos.
–Lamento decírtelo, querido amigo, pero los habitantes de aquí son iguales a los de tu ciudad.
El joven, lo saludó y siguió viaje.
Un día, un joven se le acercó y le preguntó:
–Hola, señor, acabo de llegar a este pueblo, ¿Me puede decir, cómo es la gente de este lugar?
–Hola hijo, ¿De dónde vienes? Preguntó el anciano.
–De un pueblo muy lejano.
–Dime, ¿Como es la gente allí?
–Son egoístas, envidiosos, malvados, estafadores… por eso me fui de aquel lugar en busca de mejores vecinos.
–Lamento decírtelo, querido amigo, pero los habitantes de aquí son iguales a los de tu ciudad.
El joven, lo saludó y siguió viaje.
Al siguiente día pasó otro joven, que acercándose al anciano, le hizo la misma pregunta:
–Acabo de llegar a este lugar, ¿Me podría decir cómo son los habitantes de esta ciudad?
–¿Cómo es la gente de la ciudad de dónde vienes?
–Ellos son buenos, generosos, hospitalarios, honestos, trabajadores… tenía tantos amigos, que me ha costado mucho separarme de ellos.
–Los habitantes de esta localidad también son así. Respondió el anciano.
–Gracias por su ayuda, me quedaré a vivir con ustedes.
–Acabo de llegar a este lugar, ¿Me podría decir cómo son los habitantes de esta ciudad?
–¿Cómo es la gente de la ciudad de dónde vienes?
–Ellos son buenos, generosos, hospitalarios, honestos, trabajadores… tenía tantos amigos, que me ha costado mucho separarme de ellos.
–Los habitantes de esta localidad también son así. Respondió el anciano.
–Gracias por su ayuda, me quedaré a vivir con ustedes.
Un hombre que también pasaba muchas horas en la misma plaza, no pudo evitar escuchar las dos conversaciones y cuando el segundo joven se fue, se acercó al anciano y le preguntó:
–¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes si los dos jóvenes te hicieron la misma pregunta?
–En realidad todo está en nosotros mismos. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquellas personas que tenían amigos en su ciudad de origen, también los encontrarán aquí, porque las personas reciben aquello que ellas mismas están dispuestas a dar a los demás.
–¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes si los dos jóvenes te hicieron la misma pregunta?
–En realidad todo está en nosotros mismos. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquellas personas que tenían amigos en su ciudad de origen, también los encontrarán aquí, porque las personas reciben aquello que ellas mismas están dispuestas a dar a los demás.
«Todo lo bueno y lo bello de la vida que necesitas, lo llevas dentro de ti. Tú simplemente déjalo salir, compártelo con los demás y cuando menos te lo esperes regresará a tu vida»
sábado, 1 de junio de 2013
Hay gente pobre , que solo tiene dinero
Desde hace muchos años, veo que numerosas personas tienen como único objetivo en la vida, ganar dinero. Personas de todas las edades, afanadas por el trabajo y obsesionadas con el mismo fin. Dispuestas a dedicar muchas horas, días y semanas del año para alcanzar sus deseos. Personas que se están convirtiendo en máquinas de generar ideas para hacer negocios y ganar más y más. Y, si la cosa funciona, todavía dedican más tiempo y energías para seguir ganando dinero. Su objetivo es generar un imperio. Su vida es como subir por una escalera que no tiene fin. Unos pocos lo logran, otros se quedan en el camino… Pero son los menos los que reflexionan sobre las cosas importantes de la vida y se plantean otro tipo de objetivos.
Me parece muy bien que cuando uno es joven y tiene una familia, trabaje para darles lo mejor y piense en el futuro y el bienestar de los hijos, dándoles una estabilidad económica que les sirva de base para que ellos puedan seguir adelante. Pero desde hace un tiempo, he comenzado a analizar la actitud de varios empresarios y quiero mencionarlos para que veamos lo equivocados que están en sus planteamientos.
El dueño de un conocido supermercado, trabaja incansablemente más de doce horas diarias durante todo el año y, en vacaciones, envía a su familia sola, porque le es imposible abandonar su negocio por dos semanas.
Otro caso es el de un conocido comerciante, que, debido al estrés del trabajo, comenzó a tener problemas de salud. El médico le recomendó que descansara unos días y se olvidase de sus responsabilidades. Hizo caso a la recomendación, y se fue a descansar con su esposa a un bonito lugar, pero como no podía con su ansiedad, llamaba constantemente a sus empleados, para saber cómo iba todo. El tiempo de reposo no le sirvió de nada, porque se llevó todos sus negocios y responsabilidades a cuestas.
Conozco a un gran empresario que trabajó desde los siete años y formó un imperio. Cuando tuvo edad de jubilarse y aprovechar los años que le quedaban, decidió construir otra fábrica para ampliar el negocio. Tardó varios años en ponerla en funcionamiento y ahora con ochenta y siete años, se da cuenta de lo equivocado que estuvo… pero claro, ¡ya es tarde para arrepentimientos!… La vida se le fue y ya no le queda tiempo para disfrutar de todo el sacrificio que hizo durante ochenta años.
Mi abuela vivió hasta los ciento dos años… Desde que tengo uso de razón y hasta que falleció, siempre le escuché la misma historia: El dinero no me alcanza… La situación está difícil y no llego a fin de mes… En su mente solo había palabras negativas y estaba obsesionada con ahorrar, guardar… por si acaso… Pasó toda su vida con el mismo pensamiento, porque nunca planifico su vida. Todo se quedó en palabras.
Quizás al leer estas historias, tu mente te haga recordar a alguien en particular… Sería normal, porque hay millones y millones de personas con este pensamiento. Viven pobres, con necesidades y dejan este mundo sin llevarse nada. Los que consiguen dejar algunas riquezas para sus herederos, también dejan grandes conflictos entre ellos.
Un amigo me dio una lección de cómo planificar la vida. El es un ingeniero que en su momento tenía diez empleados a su cargo. Trabajó para empresas petroleras y sus ocupaciones eran de muchísima responsabilidad. Un día conversando me dijo: cumplí sesenta y cinco años, si Dios lo permite me quedan entre quince a veinte años más de vida. Económicamente tengo suficiente para cubrir todas las necesidades que pueda tener. He decidido seguir trabajando a tiempo parcial, solo para estar en contacto con el mundo que me rodea, pero dedicaré la mayor parte de mi tiempo a viajar y hacer todas aquellas cosas que siempre soñé. A partir de ahora, disfrutaré todo lo que pueda.
Creo que alcanzar metas económicas es algo natural en cada uno de nosotros. Todos queremos tener una casa con todo el confort, un auto nuevo y todo lo que deseamos. Todo eso está muy bien. Lo malo está en dejar las cosas más importantes para perseguir objetivos económicos y materiales de una manera desmedida y ambiciosa, como si fuéramos a estar en este mundo para siempre.
Debemos mirar dónde está el techo de nuestros objetivos. Debemos ser sabios administradores de nuestro tiempo y aprender a darnos el espacio para disfrutar de todo lo que hemos logrado con esfuerzo. Si lo dejamos para más tarde, pensando que todavía vamos a vivir por muchos años, nos equivocaremos. El día es hoy y el tiempo es ahora…
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